Colectivo El barro levanta el vuelo, Shoodeisha 走泥社.
“Shoodeisha” 走泥社 (correr, tomar velocida+barro+colectivo) es el nombre de colectivo de ceramistas de vanguardia,
organizado en 1948 por Yagui Cazuo*, Yamada Jicaru* y Shuzuqui Oshamu*. Fue el resultado del amplio proceso de apertura que
inició Japón tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) cuando sus artistas se esforzaron en asimilar movimientos
artísticos occidentales.
Por la entrada de los tres en este blog vemos que se habían iniciado
haciendo recipientes que siguen la cerámica clásica china y coreana, hasta que
alrededor de 1950 se decantan por formas no utilitarias.
Sus primeras obras,
simples y hechas al torno, llevan decoraciones abstractas muy influenciadas por
el arte occidental. Hasta el extremo de que cuando en 1950 Yagui expuso en el
Museo de Arte Moderno de Nueva York dijo: "… mi objetivo es unir lo nuevo
con lo clásico. Mi trabajo es armonizar en una pieza las pinturas modernas de
Picasso y Klee, con el sabor del trabajo más sencillo al torno japonés".
Efectivamente Yagui
redujo la acción del torno a la de una simple herramienta. Este cambio en su
actitud le llevaría a su pieza Paseo del Sr. Samsa (1954. El título de
esta obra hace referencia a la novela La Metamorfosis, de Franz Kafka 1883-1924) que marcó una
ruptura con el torno y el cambio a una creación más escultórica, que con el
tiempo pasó a llamarse “objeto cerámico”.
En 1964 el estilo del grupo queda establecido por la exposición de
Cerámica Negra (“Cocutoo” 黒陶) de Yagui Cazuo, las “torres” de Yamada Jicaru, y las figurillas
de barro y las “deishoo” 泥象 de Suzuqui Osamu.
A lo que siguió la obra de Kumákurá Yúnquichi 熊倉順吉 (1920-1985), en las que enfatiza el volumen y que había ingresado en el grupo en 1957.
Estos cuatro pusieron de manifiesto que su cerámica no eran
objetos utilitarios. Y además quedó claro que Shoodeisha no tenía la
menor intención de participar en el arte basándose en modernas teorías
artísticas occidentales. Consiguieron desarrollar un nuevo concepto en el que
se expresaban de una manera muy personal en todo el proceso de formación de las
piezas, lo que se interpretó como la base de la elaboración de un nuevo arte.
Sin embargo, los
miembros de Shoodeisha no dejaron de trabajar, siempre muy respetuosamente, las
formas tradicionales. Pensemos que acabada la guerra la producción de cerámica
utilitaria era una fuente de ingresos segura para muchos miembros, y la mayoría
de ellos provenían de familias que habían estado haciendo cerámica durante
generaciones. Y a pesar de ese respeto al principio de sus actividades fueron
criticados como nuevos herejes y calificados de chicos malos que
buscaban destruir la tradición. Es muy curioso que este colectivo con un
planteamiento tan drástico se formara en Kyooto, una ciudad tan apegada a las
tradiciones.
Pero en las siguientes generaciones de miembros de Shoodeisha había una clara tendencia al individualismo. El colectivo acabó siendo el lugar donde exponer la obra personal de un solo ceramista en lugar de colectivas. Y en 1998 se disolvió. No obstante, en sus 50 años tuvo una influencia particularmente importante, y además, sus exposiciones en Tookyoo y Kyooto eran anuales.
La pieza de cabecera es de Kumákurá Yunquichi de 1970 y forma parte de la colección del Museo Prefectural de Guifú, Japón.
Suzuqui Oshamu. Recipiente para tomar té. Esmalte Seijácuyi.Suzuqui Oshamu, vaso para tomar cerveza.Suzuqui Oshamu, detalle de la pieza anterior.
Yamada Jikaru, 1976 Una voz lejana. Colección del Museo Dimaccio, Jokaido, Japón.
Yagui Cazuo, escultura en bronce: Retrato de un productor de perlas.
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